29 septiembre 2011

Cerrada hembrilla

Aquella vez le hablè a tu cuerpo
no quise disuadir, ni a gancho
entrar por la cerrada hembrilla.
Lleguè sin agujetas
como abertura de un chorro
y acuoso tu cuerpo
como ordenado por San Agustìn
pulcro y lìquido volàtil
tu pulso de locomotora
de aleta que volando se tuerce
y torcida se crece........
quedò y quedaron
para siempre nuestros modos
nuestras lenguas,
nuestro callado embrollo
aquella voz que sin hablar
Nos Cruza, y
de orilla pavoneamos
lo que atràs dejamos...........
que se yo...en medio del metal
fundimos tiempo, y lo pasado
quedò sobre el anaquel engargolado........
Que tanto nos dijimos,
cual rosa no gajamos
que rosal dejamos virgen
y su espina hiriendo al centro
rasgando el margen
y
las marañas como quièn recorre
la humedad de la arena
y al sol un càlido viento
y en beneficio aleatorio
se dispara,..se disipa
como tus manos haciendo
agur cuando me encojo
y teniendo tienda cuando me acerco
Dime, ahora...si despuès
habrà liga entre mi fuerte metal
y tu blanda mariposa....
Ahora que no hemos platicado
ni en sueños, ni
como tubito metàlico
tibio por dentro
y caliente de su cimiento
Me persuades como el pasador
llamando su bronce.......
Moviendo las alas
como mariposa
conquistando la primavera
¡ale! ..¡vamos!.. que levante
que responda, y
al madero de San Juan
de su corteza corcho
No traiga al hablador de hierro
ni el gusano de bronce a liebre
Esta vez, como lìquido de aguaje
su mezcla de vacìo con miel
jugosa y turbada nos hablò la piel.
Cuantas letras tiene tu pulso
cuantas palabras tu aguila
que edifica su nido en la piedra
y no pertenecen
a la aguja del campanario
Esos latidos que parecìan aplausos
como una abertura redonda
creciendo fuè cada vez
y cerca son ecos de chispa
pequeñas luces e inmensa fortuna
estas palpitaciones que urgen
y delicadas se oyen..
que ya quisiera seguirle hablando

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