Estoy tratando que cruces el
puente,
Madre mía, ahora de arroz que
desmorona
¿donde quedaría vuestra
nobleza?
vuestra sabiduría arraigada en la
soberbia.
¿pero quién soy para juzgar?
Me confunde, todo me aturde
el hecho de no hilar las
palabras
de cerrar los párpados
voluntariamente
como si hubieses molestado Pequeña
anciana
o niegas lo poco que escuchan tus
oídos.
perdona cariño mío
se me olvida que tienes un año
dos meses, en un tobogán
que abrupto baja,
en las vueltas marea,
y sube porque la gravedad
es como tu caída Madrecita.
Me desconcierto más
como la misma muerte
que ronda y pierde el tiempo
la huelo, y la despides
y me apabulla
que San benito en medallas
llegadas de oriente y del
poniente
otras del norte y las últimas del
sur.
se presenta efusivamente
apabullando todo diagnóstico.
Recuerdo el diciembre pasado
un ojo debajo la gota inflada
de liquido retenido...
ah..se me olvida tus riñones
uno ya pequeño
y el otro casi desinflado.
los dos pies como
huella de elefante,
jeringas sacando sangre,
sueros y piquetes
en unas venas parecidas al
cristal
y laboratorios llevando el
curso
de los médicos con 20 pastillas
y vómitos, y pasitos
despacitos.
Jugamos la familia,
nos juntamos hasta 20
y vos ganabas
con la misión de no perder
querida jefecita...
que habrás sentido cuando
tus pies ya no te sostuvieron
y llegó la cama, el colchón de
agua
la crema para la comezón
el pie diábetico...
y va de nuevo..
al hospital y cirujía
tratado con miel de abeja
y parches especiales
con vendajes parecidos
a una momia..
y la televisión ahora tu marido
la enfermera tu ahijada
tus hijos los conejos
la nuera cocinera
las visitas compasión
y de todo Madre.
Falta el último recurso
menos medicinas dijo el urólogo
luego house llegó y quitó todas.
Ninguna para el corazón
tampoco para la diabetes
menos la presión.
y caminenla sus últimos
cinco diás fué su pronóstico sin reserva.
Luego la primer semana
la que sigue...
tu quriendo a tu marido
yo en las noches pareciendo el
novio
descifrando la televisión...
y llegó el trece de noviembre
tu morías y la muerte ya
cansada
te devuelve aprisa..
Desde entonces..
falla más el habla
las alucinaciones
exitando emociones..
y la espera eterna
es incognita
como la vida misma.
Nace la flor
de una semilla
con la flor de pájaros se vuela
y la flor de cuervos
todo se anochece.
La Margarita blanca
risa y risa muriendose
con el velo blanco
pétalos esparcidos
que perfuman suelo santo.
Yo querida niña mía
sigo en este barco que
naufraga
como si en su final a la vista
no caemos y damos vuelta
en este mundo de olor y mugre
orbe de canto y muerte
ciudad de vida y los milagros
Ese barco lleva
la proa entre
tiburones
y la popa en la sal del mar.
Una despedida preciosa, sin un ápice de tristeza, al tiempo que es un homenaje precioso para una madre.
ResponderEliminarMe encantó esa manera que tienes de verla, tanta ternura...
Besos mediterráneos.
te agradezco tus finas palabras
ResponderEliminarla concepción de mis letras
las adivinas y besos mexicanos
Vengo a dejarte mi abrazo Carlos y como siempre admirar la belleza de tus letras.
ResponderEliminarun saludo y gracias por pasar a esta tu casa
Eliminarabrazos
como siempre me sorprende tu amor y tu manera de sentir las cosas un gran saludo niño
ResponderEliminarhada linda que gusto verte por aqui
EliminarQue difícil fue lo de tu madre y como en cada palabra que escribes en este poema refleja el inmenso amor que sentías por ella....
ResponderEliminargracias Yady....nuestras madres son lo mejor de la primera vida y lo peor cuando se nos van....como hijo me tocó estar con ella 14 meses dia a dia...agradezco a Dios tal bendición..te quiero linda amiga
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